Restos

Estás como un demonio en mi hombro izquierdo
que siempre ha sido mi lado favorito.

Dando un mal consejo a mis buenas intenciones
arrebatando la palabra de mi pensamiento oculto… 
silencio proscrito, un ron bendito para bautizar mis emociones.

Te vas como se van los que nada deben
sabiendo que dejaste en mi café veneno
con la cuenta por pagar bajo tu espalda
y la promesa de volver luego por el resto de mi resto.

Cuando deseas a alguien,
te dan ganas de creerle cualquier cosa que te diga
mentiras, verdades, promesas…
con tal de llevar lazarillo en la ceguera.

Cuando estás enamorado, no te dan ganas
todo le crees, porque amar en esencia, es un acto de fe.

Estás como un demonio en mi hombro izquierdo
en este casino sin permiso, sin horario de cerrar
nunca había ganado tanto por tan poca apuesta
siempre había adicción a lo incierto,
un te quiero en grito mudo
una posibilidad de ser distintos
una certeza de ser de instintos
y una apuesta ciega
a ojos cerrados
va mi resto

Comentarios