Aún antes que el mar tocara las montañas
en este mundo que se acaba de acabar
imprevisto improbable, todo parecía indicarlo,
pero no lo vi llegar
quien naufraga de sed muere
en mares de momentos,
sal que entra en las heridas
océanos de silencio,
donde debía haber carnaval
parece que todos se han ido a otra parte
en esta ciudad de puentes rotos
se cansaron de andar los caminantes
ahora que tuve tiempo de acordarme
ya se me olvidó lo que quería olvidar
en casa del soñador, sonó el despertador
pero aún quedó, quedo un pedazo de canción
una idea sencilla como luciérnaga
que alumbra con todo su ser, esta oscuridad
¿será que todos ya se fueron?
la mujer que amaba, el chocolate y el vino
el hombre del café que fumaba en la acera
el niño que miraba desde aquella ventana
contando aviones, dibujando figuras en vapores
de alientos chiquitos y suyos y míos
¿será que todos están muertos?
o todos siguen vivos
y el muerto soy yo.
De nuevo…
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