La sombra de mi sombra

Volví donde me sienta bien el frío, humo en las rocas
palabras que brotan como sangre a borbotones
ideas que derriten los hielos de las copas, 
avivando los fuegos de viejas emociones...



No recordaba que aquí nos conocimos
entre neblinas que te dejan ver sin ojos
la oscura claridad de lo que un día fuimos, 
melancólica realidad de los despojos.

De regreso al lugar de las cálidas tormentas
las nuevas nostalgias, orquestas en las venas
relámpagos que terminan por romper el cielo 
acompasadas risas que habitan el silencio.

Olvidé por un tiempo, (yo también soy esto)
preferí una ausencia presente a mi presencia ausente
soy también el peor de mis recuerdos
rocío amaneciendo entre los ojos,
blancos barcos de negras velas.

Sacaré a contrabando mi sombra de este muro
la llevaré de la mano a pasear por el destierro
volveremos a bailar, no tengas duda
mi luz y mi sombra, un cuplé de besos muertos.

Y al final de este principio, va de retro
ni tan bueno ni tan malo, ni tan loco ni tan cuerdo
gritarán en mi piel de todos modos
las estrellas que los abismos alumbrarán de nuevo.

Tan para siempre y como nunca, sin pagar boleto
tomaré el autobús rumbo a esa carretera
incendiaré este invierno con mis fósforos mojados
y tocarán en las calles el réquiem de la tierra.

Una canción que sin tocarnos nos desnude 
para morder sin prisa, los pezones...
de la primavera.

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